No acostumbro a dar mi numero de teléfono personal por razones obvias, pero hace unas horas una amiga me llamó hablandome de la diferencia entre los matrimonios de antes a los de hoy.
Me dijo sobre sus abuelos, quienes duraron 45 años casados hasta que la muerte los separó.
Me habló de sus padres, quienes a pesar de sus dificultades, siguen casados.
Su último ejemplo fue ella. Me dijo que ha vivido momentos difíciles, pero ella ha peleado por su matrimonio.
No me sorprende que ella diga esto, pues son patrones difíciles de romper si ella ha tenido ejemplos por generaciones.
¿Por qué se casa la gente?
Conocí a una que lo hizo por presión familiar, o sea, la obligaron. Otra, porque no soportaba su familia. Su historia es dolorosa aunque con un final feliz.
Algunos juegan a ser independientes y la chica queda embarazada.
Cosas como estás suceden todos los días, pero si hay algo muy frecuente es que, el ejemplo que se vivio en la casa, es el motor o excusa para que lo mismo le suceda a nuestros hijos.
Hace poco expuse mi punto de vista sobre el divorcio, para mi horror, escribieron tantas mujeres maltratadas por sus ex-esposos que me turbé.
Una mujer muy molesta me dijo:
”mi ex me golpeaba y de igual manera lo hizo con mis hijos, ¡¿Cómo puedo seguir en eso?! ¡¿Eso es lo que Dios quiere para mi?!
¡No es lo que Dios quiere ni tiene para ti!
Ahora, nosotros debemos tomar decisiones pensando en nuestro futuro y no en nuestros deseos y emociones. Entiendo que también, no es lo mismo venir a Jesús con esas decisiones, que tomarlas dentro del evangelio. Ya en estos casos las cosas pueden variar.
Una persona sin Dios, toma cualquier decisión ya sea buena o mala, pero alguien dentro de la iglesia DEBE ser dirigido por Dios. Los patrones no son los mismos. Cualquiera que sea la decisión una vez aceptas a Jesús, debe tener la debida supervisión de alguien que conozca la palabra y tenga madurez en esos temas.
Lo peor no es solo que en las iglesias se den esos casos con personas que ya estaban en el evangelio, lo triste es que esto suceda con pastores. Es como el ejemplo de mi amiga, si lo vemos en los padres espirituales, lo veremos en los hijos espirituales.
¿Cual es el problema principal?
Jesus dijo que estas rupturas suceden por la dureza del corazón (Mateo 19:8), por lo que un divorcio siempre trae como consecuencia una generación que siga esos pasos.
Evidentemente si uno de los dos le abre puertas al adversario y no hace el esfuerzo por sacarlo y decide tomar el carácter de alguien maduro, se necesita más que una oración. Es asunto de tomar las debidas decisiones por el bien de todos.
Con esto último, no justifico el divorcio, pero puedo entender el dolor de muchas personas que viven en una carcel emocional y sicológica.
Creo y siempre creeré en la restauración familiar porque la familia es la carta de presentación de un ministerio alineado por Dios. De nada nos vale brillar en público y no en lo privado.
Satanás sabe muy bien que si destruye los matrimonios, acaba con los hijos. Y si acaba con lo hijos, no hay quien le corte la cabeza.
Si quieres luchar por salvar tu casa, hazlo. No tomes los ejemplos de quienes fragmentaron su hogar.
Si tú tienes razones para hacerlo, busca ayuda Para que tu hija o tu hijo no tenga que hacer lo mismo.
El tema es amplio. Los casos son múltiples, pero si estás pasando por algo difícil, busca ayuda.
Cuando alguien se divorcia siempre hago estas preguntas:
-¿Cuáles son las razones?
-Cuando esa persona hizo lo que te provocó a tomar esa decisión ¿En que estabas? La respuesta a esto es la razón del problema.
-y por último, ¿Donde está tu pareja? Quiero escuchar lo que tiene que decir.
Victimizarse no necesariamente es de la victima. Algunos cubren sus faltas con una hermosa historia y la verdadera víctima sigue sin hablar.
Puede que quien te ha hecho daño esté dañandote mas con lo que dice, pero ten paz, que si alguien con altivéz obstaculizó tus años de productividad, solo fue un tiempo. Dios tiene algo mejor para ti.
Solo cree. Vienen mejores días si tus raíces estan fundadas en Dios.
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